PINTURAS RELIGIOSAS

                  PINTURAS RELIGIOSAS

La pintura religiosa es el género pictórico por el cual se conocen las obras cuyo tema central es el religioso. En la cultura occidental, la gran mayoría de cuadros está asociados a la religión católica.

Los grandes maestros europeos se han dedicado por siglos a elaborar magnas obras representando a la Virgen, Jesús y los Santos y escenas bíblicas del antiguo testamento.

La pintura religiosa es aquella que tiene como tema las representaciones de los textos sagrados, especialmente dentro de los tres monoteísmos. Es un subgénero dentro de la categoría general de pintura de historia caracterizada, en Europa, por tomar las escenas que representa del Antiguo o el Nuevo Testamento, así como las vidas de los santos y otros textos apócrifos cristianos. Es un genero ampliamente desarrollado, que constituye una parte muy importante de la producción artística de los pintores en determinadas épocas.La pintura religiosa se desarrolla principalmente en tres grandes culturas monoteístas: cristianismo, judaísmo y musulmán. Cada una de estas culturas desarrolla los cuadros de diferentes maneras.



LAS PINTURAS RELIGIOSAS MÁS CONOCIDAS

La última cena/ Leonardo Da' Vinci


En 1495, Leonardo da Vinci comenzó lo que se convertiría en una de las obras de arte más influyentes de la historia: La Última Cena
El día antes de la traición de Cristo por parte de uno de sus discípulos, los convocó a comer, para decirles que sabía lo que iba a pasar y para lavarles los pies.

Adoración de los Magos/ Leonardo Da' Vinci


La adoración de los magos es una pintura antigua inacabada de Leonardo da Vinci. Leonardo recibió la orden de los monjes agustinos de San Donato a Scopeto en Florencia, pero fue a Milán al año siguiente, dejando la imagen sin terminar. Ha estado en la Galería de los Uffizi en Florencia desde 1670.

La Virgen María y el Niño tienen una representación en primer plano y forman una forma triangular con los Reyes Magos arrodillados en adoración. Detrás de ellos, un semicírculo de figuras que lo acompañan, incluido lo que puede ser un autorretrato del joven Leonardo.

Cristo crucificado/Diego Velázquez


El Cristo crucificado de Velázquez representa a Cristo con un cuerpo de proporciones clásicas, que representa al hombre perfecto, mientras la sangre fluye lentamente de sus heridas, a lo largo de su cuerpo y del madero de la cruz, transmitiendo un sentimiento de soledad, de silencio y descanso, en lugar de mostrar la agonía de la pasión de Cristo.

La coronación de la Virgen/Diego Velázquez


Esta pintura es un óleo sobre lienzo que representa la coronación de la Virgen María en el cielo por la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es un tema común visto en la obra barroca europea de la época y es un excelente y muy atractivo ejemplo de arte mariano.

Fue encargado del oratorio de la reina Isabel de Borbón, reina consorte de Felipe IV de España. Se pretendía completar una serie de hermosos cuadros titulados “Las Fiestas de Nuestra Señora” que ya colgaban en la capilla. En otras palabras, podría explicar el tamaño del lienzo más pequeño de lo habitual mientras Velázquez intentaba adaptar su obra para otras de la serie.

Este claro contraste en tema y estilo es intrigante, ya que muestra la clara capacidad y adaptabilidad de Velázquez.

La elevación de la Cruz/Peter Paul Rubens




El retablo de la elevación de la cruz es una obra maestra de una pintura barroca del pintor flamenco Peter Paul Rubens. La obra se instaló originalmente en el altar principal de la Iglesia de San Walburga en Amberes (desde su destrucción) y ahora se encuentra en la Catedral de Nuestra Señora de Amberes.

Este tríptico (una pintura, generalmente un retablo, que consta de dos "alas" exteriores y un panel central) es de tamaño impresionante, mide 15 pies de alto y 21 pies de ancho cuando está abierto. El marco original, desafortunadamente, perdido, habría hecho que la pintura fuera aún más impresionante en tamaño. Debido a su tamaño, Rubens lo pintó en su lugar detrás de una cortina.

Cuatro santos asociados con la iglesia de Saint-Walburga están fuera de las alas (visibles cuando se cierra el retablo). Los santos Amandus y Walburga a la izquierda y los santos Catalina de Alejandría y Eligius a la derecha.





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